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El deporte y la inclusión como objetivos

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Finalizada la 44ª edición de la Regata Internacional del Río Negro, y ya con la adrenalina un poco más controlada, nos reunimos una vez más con el kayakista Daniel Rojas Sáez, deportista que fue parte de la travesía.

Daniel contó con el acompañamiento del Sindicato de Petroleros Privados, y a horas de terminada la regata, remarcó la felicidad de haber sido parte de la competición. “Después de una semana de competencia, estar ahí y concretando el desafío es hermoso. La felicidad, alegría de completar el reto de esta magnitud no se puede definir con palabras, sobre todo para mí que las dificultades por ahí son un poquito mayores”, cerró.

Repasando algunos recuerdos de lo que fue la premiación, Daniel subrayó que una vez terminada la última etapa se “hizo la premiación, la entrega de las medallas. La Secretaría de Discapacidad de la provincia de Río Negro nos hizo un reconocimiento. Fue muy emotivo y nos permitió además poder visibilizar el esfuerzo que se hace. Como persona con discapacidad también podemos competir en este nivel y ojalá eso incentive para que de aquí en adelante seamos más los que participemos de este tipo de competencias tan duras y exigentes. Tengo la alegría de haber llegado al final, de haber cumplido con el objetivo”.

Daniel puso el foco en quienes hicieron posible su participación y su sueño se cumpla: “Quiero agradecer especialmente al Sindicato de Petroleros Privados por la permanente labor para la inclusión social de las personas con discapacidad y a la Secretaría de Deporte y Turismo del sindicato por el apoyo brindado para que pudiera participar como deportista ciego en la edición 2020 de esta regata, que es la más larga del mundo. La verdad que se requieren muchas cosas y dentro de eso está la parte económica: combustible, comida y alojamiento, un montón de cuestiones que si uno no tuviera apoyo sería muy difícil de lograrlo”.

A modo de cierre y conclusión, el kayakista sostuvo que fue “una exigente competencia, en la qué además de poner a prueba el entrenamiento físico también se requiere de una gran destreza y habilidad para enfrentar las condiciones naturales del río. Se necesita de una importante organización logística ya que son varias etapas en donde se debe ir viajando de localidad en localidad recorriendo desde el alto valle hasta la desembocadura del río Negro en el mar en la ciudad de Viedma. El río no da privilegios ni discrimina y trata a todos los palistas por igual. Estoy muy agradecido al señor secretario general Guillermo Pereyra y al secretario de Deporte y Cultura, Ricardo Dewey, por su apoyo y a ser posible este gran logro personal para mí».